Todo encuentro por más simple que sea, tiene sus implicaciones.
Más allá de comprensiones e intenciones, lo que implica reunirse en círculo, compartir de corazón a corazón, abrir tu alma y relacionarte con una otra Tú, libre de máscaras, libre de condiciones o intentándolo, puede llegar a ser inefable y por supuesto sublime.
Cada encuentro, cada mirada, cada ser, nos conecta con una parte de nuestro universo interno y el Gran Universo de posibilidades.
Permitirse, implicarse...circular.