miércoles, 2 de febrero de 2011

ALEGRÍA Y APRENDER A PEDIR

Recién llegando del  círculo  -donde Ana María- guiado  por Patricia Rodríguez  y ...decantando.

La alegría de la niña que a veces oculta está en este cotidiano afanoso  en el que a veces  nos  movemos y en el que  muchas veces me agoté sale para recordarme  que SIEMPRE está ahí, en mí. Reconocer la niña en  cada una, en los demás es desentrañar el misterio del juego de la vida en cada instante.

He agradecido  por lo que tengo y  por lo que no, he navegado entre el pedir -bien detallado- y el no hacerlo, entre el reír y el callar, y el  compartir entre todas la importancia de la confianza  y el aprender a pedir  bien.

Abuelo  Tabaco  dulce e intenso como siempre, gracias.

Paciencia  y alegría.