En diversas tradiciones el poporo representa a la mujer; un calabacito y un palo es entregado al hombre en su rito de iniciación para que le abra un orificio y a través de él se genere el coito cósmico, se viva la sagrada unión, se endulce el pensamiento y la palabra.
En el poporo, la simbología de la vagina y del útero siendo penetrados por la energía cósmica del "falo" nos conecta con lo profundo que adquiere forma a través de la cal derivada de las conchas marinas y la humedad dada por la saliva y con la importancia del mambeo.
La copa en su gama de posibilidades de forma y materiales da el sentido de contención, de realización y creación. La copa permite brindar y en su vaciado y llenado continuo se expresa la vida misma.
Consagremos nuestros cuerpos, nuestros úteros; gestemos en ellos la maravilla de la creación y vivamos con el pulsar sincrónico del amor.
Brindemos por nuestros cuerpos, nuestras voces, nuestra tierra.
Este equinoccio prepara el equilibrio que ha de ser en nuestras vidas, comienza la etapa de la cosecha y a través del plenilunio se disponen cosas nuevas. Hace casi 20 años no coincidian equinoccio y luna llena, está será la "super luna de la cosecha".
